De inicio

Hace una semana andaba yo por la selva de Chiapas, como Pedro por su casa, y ahora zigzagueo por estos mundos virtuales de Dios, más perdido que "el Fary" (que en paz descanse) en un concierto de AC/DC. Soy Informático, eso dice el título que tengo a mi espalda y que me quedó tan bien enmarcadito, y siempre me ha gustado más la parte "enredatoria" de la propia tecnología, que el propio contenido. Es decir, que, por ejemplo, me satisfacía más (mis hormonas segregaban más endorfina) al instalar un servidor IRC, y escudriñar sus tripas, que el hecho de usarlo para la comunicación humana. Me pregunto si siguen existiendo los canales de IRC, y si su "tirón" es aún tan masivo como en sus inicios (todo lo masivo que podía ser hace 10 años). Me lo pregunto por que al final he caído en las "modas" que van surgiendo... ICQ, Messenger, Google Talk. Recuerdo que antes te instalabas el icq (yo era el usuario un millón y pico!) ... , y tenías un amigo como tú, con el que hacías la pruebas, porque tampoco había mucho más. Con ese amigo solo chateabas de cosas puramente técnicas o prácticas, y además le tenías a tiro de piedra de tu casa. Vamos, que era un ente analógico con todas las letras y además te podías beber una caña con él (mira esto va a ser lo único bueno que aún queda de aquella época). El tedio y la desazón (y el curro) me llevaron a perder mucho de aquel inocente interés por "el tema informático". Cómo usuario he sido siempre un "caga-prisas", usaba lo que me interesaba, y normalmente de forma poco organizada. Digamos que en el episodio de Coco donde explicaban la informática como "organización" de la información, me dio la risa tonta o algo y no pillé el concepto. Bueno, esto me pasa en otra facetas de mi vida, así que necesitaría todo un especial de Barrio Sésamo para solventar las carencias organizativas y de índole disciplinar que atesoro.... esto para otro "post", que, o me voy a la cama ya, o convierto el jet lug este en el típico insomnio puñetero.
Vaya, en este primer post iba a hablar de un taco de cosas pero creo que ya se cuál va a ser la tónica de este invento: dejarlo siempre a medias, como la vida misma.