lunes, 14 de julio de 2008

Para mí que hoy no nos bañamos

La Boca del Asno - Sábado 12 de Julio de 2008

No fue cierto que no nos bañáramos, porque en el mundo hay gente "pa tó", y un aventurero acabó haciendo largos en un espacio comparable al de una piscina "Toy" de esas hinchables.
Lo cierto es que a las 11:15, con niebla y 11 grados de frío en pleno Julio la cosa pintaba más hacia el café caliente y los juegos de mesa, que hacia la ruta que nos proponía Juan Pablo.
De hecho tuvimos que hacer acopio y reparto de ropa de abrigo entre los innumerables miembros que presentaban, como único aliado contra el frio, su piel de gallina.
Unos, como Félix (Alcalá H.), en tonalidades verdes y fucsia, y otras, como Marisol, estupendas de la muerte con cualquier cosita que las prestaran.
De esta guisa, y después de tantear el Centro de Interpretación (unos) y el Bar (el resto), iniciamos, sin mucho conocimiento de lo que nos deparaba, y por ello felices, la ruta.

Tan entretenidos andábamos con los conocimientos micológicos que nos trasmitía Pedro, que pasó un buen rato hasta que el barro empezó a decorar nuestras zapatillas y nos dimos cuenta de que íbamos más "domingueros" que de costumbre.
No dio tiempo a mucho más porque lo siguiente que vimos, después de que Ángeles decidiera ir dando codazos a los troncos, fue una cuesta "parriba" que dejó sin aliento a más de un orador compulsivo.
El cisma en mitad de la subida no llegó a prosperar, y coronamos, bien empapados en sudor, los 1.618 m. de altura de la dichosa, e inesperada, montañita.

.... El sudor no iba a ser lo único que nos empapara ese día, pero eso estaba aún por llegar.....

En la bajada dimos con la calzada romana que nos llevaba, confiados, en dirección a Valsaín. Tampoco sabíamos exactamente dónde íbamos, por eso algunos decidieron que Santiago no sería un mal sitio, y para allá se encaminaron.
Por supuesto ellos tampoco se libraron de la lluvia y el granizo que se había estado macerando, desafiante, sobre nuestras desprotegidas cabezas.
El efecto de alguna seta alucinógena debió de ser la causa de que algunos "insensatos" siguieran caminando bajo el agua, lo que acabó de rematar la faena y terminó con cualquier resquicio de ropa seca.
Otros, no influenciados por droga alguna, tomamos medidas más sofisticadas, como esperar a que escampara :)

Milagrosamente, a partir de ahí la cosa empezó a mejorar, lógico por otra parte, ya que a peor no podía ir: el cielo se abrió, los peregrinos regresaron, y solo nos quedaban un par de kilómetros cuesta abajo de caliente y humeante asfalto para llegar al pueblo.
Este calor "rastrero" ayudo a calentarnos los bajos, ... aunque alguno ya los traían calientes de casa, claro.

Lo que sí nos abrió, definitivamente, fue el hambre. Así que, cual ovejas esparcidas por el campo y los bares de Valsaín, arramplamos con nuestras provisiones y nos dispusimos, con fuerzas y calores renovados, a retornar paralelos al rio Eresma, en una ya apacible y cálida tarde, hasta el punto que, horas antes, había sido nuestro dubitativo y sombrío inicio. Pero eso ya era historia.

lunes, 11 de febrero de 2008

Como 5 cabras


2008-10-02 ALM - Puerto del Peón - Pico La Mira
Así que pensabais que no la haríamos? eh, bribones?
Las apuestas estaban 10 a 1 a que "La Mira" se tendría que posponer por escasa afluencia, y la que iba a ser la primera experiencia como guía de Jose, quedaría en agua de borrajas.
Ángeles quería hacernos la 3,14 y se apuntó un poco para "picar", pero pocas horas antes, la aparición de un nuevo "vinículo" motorizado cambió los acontecimientos, así que ya no había vuelta atrás. Y otra grata sorpresa de ultimísima hora, Nacho, que cerraba con 5 los miembros del grupo de empecinados senderistas que lucharía por alcanzar una nueva meta para los anales (con perdón) de Aventura Libre.

Con una puntualidad quasi británica llegamos a Ramacastañas, lugar que, como buenos oteadores, rápidamente elegimos como "Campamento Base" para futuras intentonas, por su enclave geo-estratégico, sus aparcamientos, pero, básicamente, por sus posibilidades gastronómicas :)

Dimos cuenta de los "cafeses" y retomamos la marcha. Jose, bien preparado, nos condujo hasta (Do)Mingo Fernando, lugar donde dejaríamos bien aparcados los dos coches durante 7 horas y media.

11:45 y "parriba", senda entre pinares, que, al concluir estos, hacía un giro a derechas y .. Oooohhhhhh! (fue literal). Ahí estaban, los riscos de los Galayos, majestuosos, nevados, y ocultando aún nuestro objetivo: el Pico de la Mira.

La senda, excepcional, nos ofrecía buenas fuentes de agua fresca, y el guía, también excepcional, nos engatusaba con bombones alucinógenos que nos hacían ver la cima más cercana. Nacho hacía amagos de queja, pero la eficacia de los bombones disuasorios quedó más que demostrada.

De esta guisa coronamos, con abundante nieve, el Puerto del Peón (2.032m) y, aprovechando el manto blanco, no quedó más remedio que esquivar los bolazos que varios de los miembros del simpático grupo lanzaban aleatoriamente al resto de los integrantes.

Teníamos que decidir si continuábamos hasta la cima del pico de la Mira, pero nuestro guía o, también llamado, Flautista de Hamelín hizo su labor, y continuamos sin rechistar... mucho. Aún así la subida se presentaba complicada y larga, debido a la nieve blanda que provocaba nuestro hundimiento.

Asumiendo la imposibilidad de hacer cumbre (de momento), lejos de apenarnos por ello, alegramos nuestros gaznates con las viandas propias de un buen montañero y con el gran lema "se come todo para no bajar peso en la mochila".
Así que elegimos una excelente ubicación con las mejores vistas imaginables y fuimos "al tema". Nota del autor: por mucho que Ángeles diga que llevaba un ropero, solo me cambié la camiseta!!! Además, la que llevaba calcetines provocativos era ella. :P

Sigo:
Bajamos y bajamos y, por poco, de día no llegamos. A los coches aterrizamos con las últimas luces, no sin antes haber disfrutado en el camino de un magnífico atardecer.
Y como de disfrutar se trataba retornamos al campamento base a por nuestro merecido caldito, unos callitos que no necesitaban piedra pómez y unos calamares, que nos alegraron el estómago y nos dejaron pensando, satisfechos, en la próxima salida de Aventura Libre.

Datos de la Salida
EXCURSIÓN A GREDOS
Mingo Fernando – Puerto del Peón – Pico La Mira


La Sierra de Gredos separa las cuencas de los ríos Tormes –al Norte- y Tietar –al Sur. El Pico La Mira (2.343 m) es un perfecto mirador sobre las dos vertientes y en particular de la espectacular formación rocosa de Los Galayos. En la cumbre se encuentran los restos de un antiguo telégrafo óptico.
Partimos desde Mingo Fernando (1.160m) por una senda señalida y alcanzamos los 2.032 en el Puerto del Peón. La senda continua hasta la carretera en la vertiente del Tormes. Dejamos la senda para continuar hasta la Mira.
Cómo llegar: carretera de Extremadura (N-V) hasta el km 123, donde nos desviamos por la salida 123 dirección Ávila por la N-502. Después de 32 km entramos en Ramacastañas. Seguimos camino por la CL-501 hacia Arenas de San Pedro, que atravesamos y al llegar al final del pueblo buscamos la carretera a la derecha que va hacia el Hornillo.

Recorremos unos 4 km y antes de cruzar el río a la entrada del pueblo giramos a la izquierda en una fuente (podemos parar a coger agua), esta carretera nos llevaría a Guisando pero nosotros nos metemos enseguida a la derecha por una pista asfaltada y a unos 6 Km. siguiendo siempre las indicaciones de Mingo Fernando, llegamos a ese lugar. Dejamos el coche y nos planteamos qué coño hacemos ahí en vez de estar durmiendo.


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2008-02-10 Pico La Mira (Gredos)